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Libertad, mucho más que una bella palabra. Todos la deseamos, ¿te has atrevido a perseguirla alguna vez? ¿la has alcanzado? Es más de lo que imaginamos...

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Libertad

Se nos llena la boca con esta palabra a menudo pero, percibo, no muchos la saben utilizar. ‘Libertad’, mi palabra favorita y qué bonita es de pronunciar.

Es mi segundo principio, ese que aún persigo pues no es fácil de alcanzar. Lo tengo en el punto de mira, es mi guía y de mis valores uno fundamental.

Libertad es no ser esclavo de nada y nadie, es mucho más de lo que imaginamos, no serlo de nosotros mismos, de nuestras mentalidades.

Es decidir cómo educar a tus hijos, qué y cuándo darles de comer, poder alimentarlos, poder vestirlos, y por encima de todo, permitirles ser, difícil, lo sé, pero eso es amarlos.

Libertad es no tener dinero pero tampoco necesitarlo, nada fácil en este mundo que habitamos; aquí puede que sea imposible, aquí lo es quien más tiene, pero sólo cuando sabe aprovecharlo como debe; pienso, sinceramente, que no tenerlo ayuda a no dejarte descalabrar, el día que llegues a alcanzarlo.

Es vestir y peinarte como sientes, es decir lo que quieres a quien quieres, siempre estar dispuesto a intentarlo, abordar las conversaciones pendientes.

Libertad es aprender a escuchar y con necedades no malgastar saliva, apartar al ego, no hay otro remedio, libertad es sonreír a la vida.

Sí, libertad es sonreír y aprender siempre, elegir a tus amigos, a tu familia, y a la vida con ellos hacer frente.

Libertad es llorar, amar, emocionarnos y nunca perturbarnos con pensamientos insanos, te aseguro que no es necesario, sólo hay que aprender y practicarlo.

Libertad es no apegarse, a nada y nadie, ni a una casa, ni a bienes materiales, ni a un trabajo, ni aun partido, ni aun mundo; ni a tu padre, ni a tu madre, ni a tus hijos, ni a tu gente, no por ello dejarás de amarlos, porque…

… libertad es respetar y no necesitar, es no oponerse a la de los demás, es regalarla a tus hijos, a tus amigos, a tus amantes, únicamente desde ella a tu lado permanecerán.

Libertad es decidir tu camino, sin importar nada más, complicado en esta sociedad, por eso es más necesario que nunca buscar y no dejarnos llevar, nunca abandonar, no te puedes conformar ni resignar.

Libertad es pensamiento, pero el de verdad, no el que has comprado sin pretenderlo, no el que has decidido creer, pues el ser no se compra, se redescubre, se halla, hay mil y una maneras de llegar a él y perseguir tu libertad es una de ellas.

Tienes que desnudarte, borrarte, resetearte, cuestionarlo todo, absolutamente, y empezar de nuevo en tu mente, mirar y sentir como aquel niño que aún tienes en frente, llegar a amarte es tu primera meta, luego, créeme, todo llega.

Libertad es conocimiento ajeno y propio, más que nada propio, y cuando por fin llegas a éste, libertad es sinónimo de amar, por tanto, no puedes faltar, humillar, ni amedrentar, no puedes esclavizar a los demás con tus palabras o actos, eso es pasado ya.

Cuando la alcanzas dentro, tu libertad es tiempo, ese que pasa más lento cuando te desapegas, cuando ya no vuela porque vives tu hoy, en ella, cuando disfrutas cada instante, eso sí deja huella.

La libertad no nos la quitan, es el regalo que nos da la vida si tienes el valor de perseguirla aunque, en todas partes, algunos se empeñan en restringirla, pero...

la libertad última está en el pensamiento, y si no, que se lo digan a Viktor Frankl.

¿Cuán importante es para ti la libertad? ¿Qué concepto de ella no te encaja?

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