Inspiraciones

Pero antes, contaré algo de mi historia, como no podía ser de otra manera, si ya me conoces un poco.

Tengo la suerte de contar con una familia fantástica. La que siempre está ahí, aunque estemos lejos. También cuento con amigas de verdad. Ciertamente de esas que se cuentan con los dedos de una mano, las mejores.

Y tengo dos pequeños maravillosos, que son mi inspiración suprema y con quienes aprendo todos los días. Porque los adultos no somos los más listos, ni los más sinceros, ni los más espontáneos, y tenemos mucho que aprender de los niños. De todo lo que hemos 'desaprendido' al ir creciendo e imitando al resto de adultos, lamentablemente.

Todos ellos saben escuchar, nunca te juzgan (o casi nunca), siempre se puede confiar y siempre están ahí, pase lo que pase, estemos cerca o lejos, hablemos más o menos.

Y algo que me resulta realmente curioso: todas estas personas que están en mi vida somos increíblemente diferentes entre nosotros, pero nos une el respeto, el cariño, el amor.

Podría nombrar varias cosas que admiro de cada una de ellas, aunque no lo voy a hacer. La cuestión, es que las quiero, las admiro y respeto, y cada una de ellas me inspira, me acompaña o me escucha.

Hace unos años estaba metida en mi burbuja de vida y necesitaba oxígeno vital.

Entonces me abrí al mundo, y encontré una nueva persona, ella sabe quien es. Desde el primer momento noté lo que tenía de especial. Una persona que te escucha con todos sus sentidos, que no te juzga, que te apoya y te hace sentir bien a su lado. Hoy tengo que agradecerle, no sólo su amistad leal y maravillosa, que es lo más importante, sino también el haberme puesto en contacto con personas increíbles. 

El siguiente audio, lo recibí hace tiempo, de una de esas personas que mi amiga conocía y a quién me presentó. Una persona extraordinaria, por su saber escuchar, su calidez humana y su conversación motivadora, que un momento dado de su vida, decidió dedicarla a ayudar a los demás.

Este audio me hizo reflexionar, como tantas otras veces en otros momentos de mi vida, pero de una manera más real y palpable, sobre cómo la manera en que nos comportamos, sin saberlo, afecta a otras personas. Y más allá de este audio concreto, me inspira lo importante que es relacionarlos de una manera más humana, con ojos sanos.

Es un ejemplo real de la vida, que nunca dejaré de volver a él, para recordarme la importancia de las relaciones, con nuestros seres cercanos, pero también con cualquier otra persona que se cruce en tu camino.

Espero que te guste porque a mí me parece una maravilla.

En un momento en que yo no me encontraba en mi mejor momento, esta gran persona que me envió este audio y a la que me refería antes, Juan Emilio Albaladejo, se ofreció a hablar conmigo y me hizo un regalo que jamás olvidaré. 

Me dedicó su tiempo altruistamente, me escuchó y  me puso unos deberes muy especiales. El más importante, agradecer todos los días tres cosas de tres personas. Ese simple gesto diario me hizo empezar a ver la vida de otra forma, sin pretenderlo especialmente. Aún hoy lo hago y mis días son mucho más alegres, a pesar de que soy una persona optimista de por sí. Pero este gesto cambia tu mente. Hace que valores aún más las cosas. Si queréis descubrirle y seguirle, encontraréis muchas otras cosas.  Después me compré su libro 'Vamos Ahora', sencillo, ligero, pero muy claro y motivador. Un buen comienzo, por lo que no puedo dejar de recomendarlo.

Un poco más tarde, sintiendo que mis inquietudes no encontraban el camino, esta amiga me presentó a otro hombre especial, Miguel A. Samper.

Lo cierto es que ella ya me había hablado de él, y yo me compré un libro que acababa de lanzar, titulado 'Salir de la Carrera de la Rata en España'. Este libro, interesante y ameno, me hizo retomar mi ilusión por mi pasión, que todo sea dicho de paso, no acaba de ver claramente cuál era. Esa ha sido mi frustración casi toda mi vida, a pesar de la cantidad de cosas que me gustan y que no me da la vida para todas ellas.

Entonces, él organizó un taller para guiarnos a través de nuestros principios y valores para encontrar nuestra pasión. Y asistí, como no podía ser de otra manera. E inesperadamente (no tenía mucha fe), me ayudó mucho. Su libro también me ayudó a retomar mi inquietud por buscar otras fuentes de ingresos, a ser más consciente de mis gastos, si cabe, y desde ahí empecé a invertir y a buscar otras lecturas que me resultaban útiles en lo que me había motivado. 

Hoy en día, tengo que agradecerle, cuánto me ayudó a reflexionar. Y gracias a él, soy consciente de mis valores. Y puede que pienses que tu ya conoces los tuyos, de lo cual me alegro, claro. ¿Pero te has parado a escribirlos y a definirlos? Yo no lo había hecho, y te aseguro que cuando lo haces, descubres de verdad cómo eres y cuáles son tus prioridades. Este juego me lo tome en serio y me sentó de maravilla.

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